martes, marzo 14, 2006

Exclusivo: Kriptonita

Exclusivo:

Fuentes de entero crédito apuntan al autor de éste artículo como el sucesor natural de Llonbi Jérz en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico...

Lea la columna Kriptonita aquí.

5 comentarios:

cyberdos dijo...

>>.Pero esta en nosotros decidir cuando y como se hacen las cosas.

No creo.
No esta en nosotros porque nosotros no somos los clientes. Nosotros prestamos un servicio. Eso no supone que nos vendamos a lechón de a peso pero no se puede pretender que uno este en control de las cosas si no es el que esta repartiendo el dinero. También pienso que lo que sucede es que con la complejidad de los edificios en la época en la cual vivimos, no se le puede pedir a una persona (arquitecto) que lo sepa todo. Nunca voy a comprender el porque de la estupida guerra entre las disciplinas. He estado trabajando ya 6 años y nunca he tenido problemas con un solo ingeniero. SE SUPONE que se trabaje en conjunto uno nutriéndose de lo que sabe el otro.


>>Mas que super heroes arrogantes, nosotros como arquitectos debemos funcionar como guias y educadores.

De acuerdo. Y como hacíamos en la escuela superior, le prestábamos poca atención a los profesores y nos pasábamos haciendo dibujitos en las libretas. Estas pretendiendo que el cliente le interesa más la estética y calidad del espacio que su bolsillo. Los problemas tienen que ver más con el psiquis consumerista que con la globalizacion.

>>En cuanto a lo estetico y la aplicacion de la moldura a la pared...lo que tengo que decir es : No la uses!!

Es que es fácil decirlo. Pagar la renta también es bien fácil cuando tus clientes se te van porque no les pusiste la moldurita que querían.


>>utilizando materiales reales y de expresion.

Que material encuentras que no sea real? Estaría bueno saber. Es buen tema de discusión.


>>..es hora de que nos demos a respetar como profesionales del Diseño y la construccion, Coño!

De acuerdo. Lo que da pena es que luego de estudiar esos 10 años uno sale a la calle y no sabe un carajo de construcción. Something to think about.

cyberdos dijo...

>>Los problemas tienen que ver más con el psiquis consumerista que con la globalizacion."
Explicame esta ultima oracion por favor.

Bueno, tal vez te estoy interpretando mal pero creo que cuando usaste “globalización” te referías a la influencia “global” estética por el acceso a los medios que tenemos hoy día. Si es así que estas usando el término (y no en términos de globalización económica) entonces estoy en desacuerdo de que esa sea la raíz de los problemas de los Arquitectos.

Que la gente sea impulsiva en sus gustos y quieran “lo ultimo de la moda”(vea: molduritas lindas) es un resultado de la neurosis consumerista que abarca cada día más y más el país.

>>(lo que yo defino como materiales reales-organicos) y no en espuma sintetica (lo que defino como material no real-no organico y que no tiene ninguna durabilidad!!)

Cual es la diferencia entre una loza de barro y una de plástico. Te diré. La de barro se va a desgastar mucho más rápido que la de plástico y va a tomar mucho más dinero en manufacturar. Entonces porque no usar la de plástico que parezca de barro? Que importa que no sea real-orgánico?

La durabilidad hoy día más bien es resultado de la interacción entre diferentes tipos de materiales y la manera que se construye. Si no me crees, buscate datos sobre cuanto debe durar una loza de concreto. Entonces pregúntate porque el Partenón aun esta erecto y la casa de Don Pepe en Barceloneta se le esta cayendo el techo.

cyberdos dijo...

Y mano Vod, gracias por meterle al tema. Ya creia que nadie tenia babilla aqui en esta polqueria de Placa.

cyberdos dijo...

jejeje...pero sacando los chismes hacia un lado....

Ao ©® dijo...

No sé, pero por alguna extraña razón la columna me hace recordar aquel día que me fui p'al monte buscando guayaba, por la vereda del ocho y el dos. Y aunque encontré una casa dorada, esa guayaba no la hallaba yo. Mucho he viajado por todo el mundo, y nunca, nunca pude encontrar, una guayaba que me gustara, y detuviera mi caminar.
Y aunque encontré una casa dorada, esa guayaba no pude hallar. Buscando guayaba ando yo, que tenga sabor, que tenga mento... ¿Encontrará el autor de la Kriptonita la guayaba que salve morena? ¿Una guayaba que esté bien buena?